El rey, el cirujano y el sufí
El rey, el cirujano y el sufí En la antigüedad, un rey de Tartaria estaba paseando con algunos de sus nobles. Al lado del camino se encontraba un Abdal (un sufí errante), quien exclamó: -Le daré un buen consejo a quienquiera que me pague cien dinares. El Rey se detuvo y dijo: -Abdal, ¿cuál es ese buen consejo que me darás a cambio de cien dinares? -Señor -respondió el Abdal-, ordena que se me entregue dicha suma y te daré el consejo inmediatamente. El Rey así lo hizo, esperando escuchar algo extraordinario. El sufí le dijo: -Este es mi consejo: nunca comiences nada sin que antes hayas reflexionado cuál será el final de ello. Ante estas palabras, los nobles y todos los presentes estallaron en carcajadas, diciendo que el Abdal había sido listo al pedir el dinero por adelantado. Pero el Rey dijo: -No tienen motivo para reírse del buen consejo que este Abdal me ha dado. Nadie ignora que deberíamos reflexionar antes de hacer cualquier cosa. Sin embargo, diariamen